martes, 16 de febrero de 2016

¿Tercera Guerra Mundial?

 El presidente Barack Obama se ha referido al Estado Islámico como "el rostro de la maldad" pero él está ahora bajo presión de parte de aquellos que dicen que él no está haciendo lo suficiente para derrotarlo. Algunos insisten en que un ataque contra Francia fue un ataque contra la OTAN y que es tiempo de irse a la guerra.

El papa Francisco indica que Occidente ya está en guerra... una especie de "tercera guerra mundial". Si el papa está en lo correcto, ¿acaso eso no exige una respuesta más severa? ¿Acaso no terminó ya el tiempo para las advertencias?

Pero solo un tonto confundiría precaución con debilidad. Por el contrario, para derrotar al enemigo tenemos que comprender por completo quién es el enemigo, qué quieren y qué tipo de conflicto es el conflicto en el que estamos involucrados aquí. Hay buenas razones para proceder con suma cautela.

Aclaremos algo: efectivamente, en este momento estamos en guerra contra ISIS. Una coalición liderada por Estados Unidos ha estado bombardeando objetivos en Siria e Iraq durante más de un año, y en los meses recientes, Rusia ha estado haciendo lo mismo. Qué tan bien ha funcionado es algo que se discute: Obama, de manera retórica, ha cambiado sus objetivos de aplastar a ISIS a contenerlo.

No obstante, a finales de la semana pasada hubo señales de éxito. Los kurdos tomaron Sinjar, un área estratégicamente significativa al norte de Iraq. Mohammed Emwazi, un despiadado asesino y activista, fue probablemente asesinado en una ofensiva con un drone.

París obviamente ha eclipsado las noticias de estos grandes avances.

¿Contra quién o contra qué luchamos? ISIS es diferente de al Qaeda, el grupo detrás del 9/11. Este último operó como una alianza de células esparcidas por todo el mundo; ISIS, por el contrario, busca crear un espacio geográfico dentro del cual quiere construir un califato. El cambio de estrategia quizás explica por qué ISIS ha sido incluso más exitoso que al Qaeda al atacar muchos objetivos extranjeros con muy diversos métodos... desde Sinaí hasta Beirut y París.

El califato de ISIS ofrece refugio a decenas de miles de yihadistas extranjeros: ellos vienen, entrenan y luego muchos regresan a casa para crear caos. El califato también proporciona dinero y el estímulo moral de tener un "paraíso" terrenal por el cual luchar. En su ensayo pionero acerca de las motivaciones detrás de ISIS, Graeme Wood describe a un reclutador de ISIS que se refiere a ISIS como "un vehículo para la salvación".

Sus combatientes están obsesionados con difundir el islam en su forma más primitiva (o como ellos interpretan que ha sido, puesto que el califato primitivo era mucho más amable) y creen que la mayoría de los demás musulmanes se han salido de ese modelo... uno que incluye el uso de la crucifixión y la esclavitud. En tanto que al Qaeda se ha limitado a sí misma a objetivos políticos comparativamente racionales, como expulsar a los occidentales de la península arábiga, ISIS desea provocar el apocalipsis. No es nihilista. Este es profundamente –sino es que retorcidamente– religioso y tenemos que aprender a tomar su forma de religión seriamente.

La buena noticia es que ISIS está aislado. Aplicar la frase "guerra mundial" aquí es inútil porque esta evoca imágenes de estados nación rivales y de igual tamaño involucrados en una guerra total. Pero mientras que el alcance de ISIS es a nivel mundial, este no tiene el mando de un apoyo considerable más allá de sus límites cambiantes. Mientras tanto, la alianza en su contra es una de las más grandes y diversas en la historia, incluyendo Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia e Irán.

El dinero saudí puede haberlo apoyado una vez, pero el estado saudí ahora se opone. De hecho, la maldad extrema de ISIS nos lleva a visualizar muchas de las agendas políticas regionales bajo una luz diferente. Irán, por ejemplo, sin duda está exportando su régimen teocrático a otros países. Pero este no desea el fin del mundo. El régimen es asesino y debe ser contenido. Pero puede estar comprometido.

La complejidad de la política mundial islámica destaca otros aspectos de este conflicto: este no puede ser resuelto completamente por la fuerza de las armas. ISIS ha explotado la insatisfacción sunita con el gobierno dominado por los chiítas en Bagdad. Esto puede significar que Iraq, como un todo, tiene que ser dividido para trabajar. Turquía probablemente tiene que complacer los deseos kurdos en cuanto a una patria. Además, lo más importante de todo, Bashar al-Assad, el dictador de Siria, tendrá que abandonar el escenario.

No puede existir un gobierno constructivo en Siria hasta que haya ley, orden y elecciones democráticas que legitimen adecuadamente los partidos de oposición. Si nosotros le damos a los rebeldes la impresión de que Occidente desea forzar a Assad en contra de ellos de nuevo, ellos también nos resistirán.

Finalmente, existe la pregunta de cómo manejaremos la presencia islámica dentro de Europa misma. Esto es, en parte, un asunto del mejoramiento de las medidas de seguridad y asegurar que los repatriados de Siria no simplemente desaparezcan entre la multitud. También existe una crisis de refugiados que se necesita confrontar. Pero mientras que las presiones demográficas y los problemas de seguridad por permitir a cientos de miles de personas cruzar Europa tienen que ser abordados de una manera firme, no hay escape del hecho de que una gran parte de la población de la Unión Europea, ya establecida, ahora es islámica.

Además, la manera en que nosotros le respondamos a ISIS tiene consecuencias en cuanto a las relaciones interreligiosas.

Algunos políticos estadounidenses han sugerido una prueba religiosa para los refugiados que buscan acceso a Estados Unidos. Esta clase de prejuicios retóricos se suma a la falsa sensación de que esto es un enfrentamiento estilo guerra mundial entre musulmanes conservadores por un lado y las democracias cristianas en el otro. También es anticristiano y cruel. Por otra parte, mientras los estadounidenses podrían temer a la islamización como un concepto existencial, acá en Europa tenemos la experiencia real de vivir con musulmanes... y puedo informar que la vida es fácil.

Los musulmanes son nuestros amigos, nuestra familia y nuestros compañeros de trabajo. Ellos temen y desprecian a ISIS tanto como cualquier otra persona. Y aquellos de nosotros en el centro del terreno de la política europea estamos decididos a no enemistarnos ni discriminar a los ciudadanos que son 100% británicos, franceses o alemanes.

Por supuesto, es igualmente irritante ver a los políticos quienes parecen aconsejar no hacer nada y a los occidentales hiriéndose a sí mismos porque creen que sus países son culpables de toda la maldad en el mundo. ISIS representa a la maldad... una maldad real y concreta. Debe ser detenido. Pero debemos proceder cuidadosamente, con un magnífico plan de juego y con el deseo de construir regímenes árabes justos y representativos que duren. El legado de palabras o acciones unilaterales mal elegidas está ahí para que todos lo vean.

Causas de La Primera Guerra Mundial



 1. Tensiones entre las potencias: los principales antagonismos internacionales eran los siguientes:
Entre Alemania y Francia por la rivalidad que dejo la Guerra Franco-Prusiana.
Entre Rusia y Austria por la hegemonía en la península de los Balcanes.
Entre Inglaterra y Alemania por la competencia comercial y colonial.
Las fricciones políticas entre Inglaterra, Francia y Rusia, a causa de la respectiva expansión colonial, fueron también intensas, pero fueron dejadas de lado para dar paso a la configuración de alianzas internacionales.
Aparte de las fuertes rivalidades coloniales, las potencias industriales se enfrentaron en el plano netamente económico. Lucharon entre sí por conseguir mercados para sus productos y retenerlos por conquista.
2. Alianzas Militares y Políticas

Para asegurar los resultados de su victoria sobre Francia, el canciller alemán Otto Von Bismarck concibió un sistema de alianzas, basado en la estrecha colaboración entre Alemania y el imperio austriaco. A esta alianza se unió Italia, enemistada con Francia por la cuestión de Túnez, y así apareció la denominada Triple Alianza.
Por su parte, Francia busco aliados que apoyaran sus deseos de desquite. Como Rusia era adversaria de Austria en los Balcanes, se firmó la alianza franco-rusa, a la que luego se unió Inglaterra al darse cuenta del enorme poder que estaba acumulando Alemania. De esta manera nació la Triple Entente o Entente Cordiale.

Mapa de las alianzas militares durante la Primera Guerra Mundial

3. La Crisis Marroquí y los Balcanes (1905 – 1911)

Los dos bloques antagónicos practicaron una política de agresión indirecta; este hecho aumento las posibilidades de que estallara una guerra. La primera ocurrió con motivo del establecimiento del protectorado francés en Marruecos, a lo que se opuso Alemania. La segunda causa de la guerra que estallo en los Balcanes, primero entre Turquía, de una parte, y Grecia, Bulgaria y Serbia unidas de otra, y luego, derrotada Turquía, entre los vencedores para repartirse el botín (1911 – 1913).

Pretexto para el estallido de la Primera Guerra Mundial
Articulo Principal: Causas de la Primera Guerra Mundial

El pretexto para el inicio de la “Gran Guerra” (era así como se llamaba a la Primera Guerra Mundial antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial) se dio cuando ocurrió el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austriaca, en Sarajevo (junio de 1914), por parte de una organizacion nacionalista serbia "Mano Negra". Austria quiso aprovechar la oportunidad para acabar con Serbia, en esta política la apoyo Alemania. Entonces Rusia declaro la guerra a Austria, mientras Alemania lo hacía a Rusia y Francia. Como se ve, el funcionamiento de las alianzas desencadeno el conflicto general.

Detonante o Pretexto para el inicio de la Primera Guerra Mundial: Asesinato del heredero del imperio Austro-Hungaro, Francisco Fernando de Austria.

Países Beligerantes de la Primera Guerra Mundial

El primer grupo lo conformaron los Imperios Centrales; Alemania y Austria-Hungria, junto con Turquía y Bulgaria.
El segundo grupo estaba compuesto por Rusia y Francia al lado de Inglaterra, Belgica (invadida por los alemanes), Italia (que se desligo de la Triple Alianza al ser traicionado por Alemania que apoyo las pretensiones austriacas en los Balcanes, zona codiciada también por Italia), los Estados Unidos de América y el Japón.

Desarrollo de la Primera guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial en imagenes

- Se inicia con la Invasión de Alemania a Bélgica. Los alemanes invaden y ocupan Bélgica. Italia rompe alianzas con las potencias centrales.
- Invasión de Francia, los alemanes avanzan a Francia dirigidos por el general Von Kluck, pero son detenidos por el general francés Joffré en la Primera Batalla de Marme.
- Invasión de Alemania. Rusos invaden Prusia Oriental, pero los ejércitos alemanes logran derrotarlos en las batallas de Tannemberg y de los Lagos Masurianos
- Guerra de Trincheras: Los franceses desarrollan una guerra de desgaste frente a Alemania mediante las trincheras que se extendieron desde el frente occidental, con líneas paralelas, desde Suiza hasta el Mar del Norte.
- Bloqueo a las potencias centrales. Francia e Inglaterra decretaron el bloqueo a Alemania.
- Guerra Submarina. Frente a las medidas de los aliados, Alemania declaro zona de guerra, a los mares que rodeaban las islas británicas, con el fin de garantizar el aprovisionamiento de materias primas a su industria. Se produjo entonces el hundimiento de la embarcación norteamericana Lusitana que determino el ingreso de los Estados Unidos en la Guerra. EE.UU intervino para proteger el comercio internacional y sus privilegios e inversiones en el extranjero.
- Derrota rusa en el Frente Oriental. Rusia se retira de la guerra, por las derrotas frente a los alemanes y el triunfo de la Revolución Rusa (revolución bolchevique), se vieron en la obligación de firmar el tratado de Brest-Litovsk. Alemania inicia una contraofensiva terrestre. Se produce el asedio a Francia, pero los alemanes son vencidos en la Segunda Batalla de Marne.
- Revolución Socialista de Noviembre en Alemania que forzaría la Abdicación del Káiser Guillermo II (fin de la monarquía alemana). El gobierno provisional planteo el armisticio, firmado en el bosque de Compiegne que pondría Fin a la guerra.

Fin de la Primera Guerra Mundial: Tratado de Versalles (18 de junio 1919)
Articulo Principal: Tratado de Versalles

El Tratado de Versalles puso fin a la guerra entre los aliados y Alemania. Alemania perdió parte de su territorio, pues tuvo que devolver Alsacia y Lorena a Francia, Schelwig a Dinamarca, parte de Silesia a Polonia así como la Posnania y la Prusia Oriental. Además, se le impuso a Alemania el pago de una indemnización por los daños causados a las potencias vencedoras, también se obligo a reducir su ejercito y a desmilitarizar la zona del Rhin, zona que los aliados ocuparon como garantía del cumplimiento del tratado. Alemania, además, perdió también todos sus territorios coloniales.

Perdidas territoriales de Alemania tras la Primera Guerra Mundial

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

- Durante la primera Guerra Mundial murieron, aproximadamente, 9 millones de personas (entre civiles y militares). El numero de heridos, entre civiles y militares ascendió a cerca de 30 millones.
- Desintegración del Imperio Otomano y del Imperio Austro-Húngaro
- Fortalecimiento de los Estados Unidos de América en el escenario político, militar y económico mundial.
- Creación de la Liga de Naciones (llamada también Sociedad de Naciones) con el objetivo de garantizar la paz mundial.
- Firma del Tratado de Versalles que impuso una serie de penalidades a la derrotada Alemania, que seria el origen del revanchismo alemán , que provocaría el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
- Crisis económica en Europa, a causa de la devastación causada por la “Gran Guerra” y también por los elevados gastos militares de las naciones beligerantes
- Desarrollo de varios armamentos de guerra como, por ejemplo, tanques de guerra y aviones.

jueves, 11 de febrero de 2016

Consecuencias

Más de 70 países beligerantes

Este dato sobre el número de beligerantes es un poco engañoso ya que la mayoría de los países no eran independientes, pues estaban integrados en seis imperios o potencias coloniales: Gran Bretaña, Francia, Rusia, Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano. En realidad, solo una decena de naciones independientes entraron en guerra en el verano del 14 y el resto se sumó al conflicto paulatinamente, como Italia en 1915 o Estados Unidos en 1917. Pero los territorios beligerantes llegaron a sumar 800 millones de habitantes, la mitad de la población mundial de esa época.

Una veintena de países lograron permanecer neutrales, la mayoría en el continente americano.

70 millones de soldados

Al inicio de la guerra en 1914, los beligerantes movilizaron a unos 20 millones de hombres, pero el número irá aumentando con la prolongación y la propagación del conflicto. Cerca de la mitad de los movilizados morirán o resultarán heridos.

Más de 8 millones fueron movilizados en Francia, 13 millones en Alemania, 9 millones en Austria-Hungría, 9 millones en Gran Bretaña y en el imperio británico, 18 millones en Rusia, 6 millones en Italia, 4 millones en Estados Unidos. Dos millones de soldados fueron reclutados en el imperio británico, sobre todo en India, y en las colonias francesas de África y África del norte (600.000 hombres).

10 millones de muertos, 20 millones de heridos entre los combatientes

Francia registró cerca de 1,4 millones de muertos y 4,2 millones de heridos, Alemania 2 millones de muertos y 4,2 millones de heridos, Austria-Hungría 1,4 millones de muertos y 3,6 millones de heridos, Rusia 2 millones de muertos y 5 millones de heridos, Gran Bretaña y su imperio 960.000 muertos y 2 millones de heridos, Italia 600.000 muertos y un millón de heridos, el Imperio Otomano 800.000 muertos. Proporcionalmente, fue el pequeño ejército serbio el que salió peor parado: 130.000 muertos y 135.000 heridos, tres cuartos de sus efectivos.

Las batallas emblemáticas de Verdún y del Somme, en 1916 (ambas en Francia), provocaron respectivamente 770.000 y 1.200.000 bajas -muertos, heridos y desaparecidos- de ambos lados. El inicio de la guerra fue fulminante: 27.000 soldados franceses perdieron la vida el 22 de agosto de 1914, la jornada más sangrienta de toda la historia del ejército francés.

El 70% de los muertos y heridos cayeron bajo los disparos de artillería, y de 5 a 6 millones fueron mutilados. El gas de combate, utilizado por primera vez en 1915, dejó 20.000 muertos y marcó profundamente la memoria del conflicto.

Millones de civiles muertos

A las bajas militares se suman las innumerables víctimas civiles del conflicto, entre ellos mas de un millón de armenios -la cifra es objeto de controversias- masacrados en el Imperio Otomano.

Los datos de las víctimas civiles directas o indirectas son muy difíciles de establecer. La guerra que se desplaza hacia el este, los éxodos, la hambruna, y luego la guerra civil en Rusia y los conflictos regionales de la posguerra podrían haber dejado entre 5 y 10 millones de muertos entre la población, según estimaciones de algunos historiadores. Al final de la guerra, una pandemia mundial de la llamada "gripe española" causó al menos 20 millones de muertos en Europa.

6 millones de prisioneros

Al menos 20 millones de civiles bajo un régimen de ocupación en 1915

Esta ocupación es alemana, austrohúngara o búlgara y afecta principalmente a Bélgica, Francia, Polonia y Serbia.

10 millones de refugiados en toda Europa

Estos refugiados se encuentran principalmente en Rusia, Serbia, Francia, Bélgica, Alemania y Armenia.

3 millones de viudas y 6 millones de huérfanos en los países beligerantes

1.300 millones de obuses disparados durante el conflicto

La artillería francesa disparó 330 millones de obuses, de ellos 60 millones solo en la batalla de Verdún. La artillería británica disparó un millón de obuses tan solo durante la primera jornada de la larga batalla del Somme.

10.000 millones de cartas y paquetes

Es la cantidad estimada de correo intercambiado entre los combatientes del frente occidental con sus familias en los 52 meses de conflicto. Los soldados franceses enviaron hasta 2 millones de cartas diarias a sus allegados, y recibieron el doble.

180.000 millones de dólares

Es lo que se estima que costó la guerra a los siete principales beligerantes (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Rusia, Italia, Alemania, Austria-Hungría), de ellos dos tercios a los aliados y un tercio a las potencias centrales. El costo de la guerra representó entre tres y cuatro veces el monto del PIB de los países europeos, que salieron arruinados del esfuerzo.

jueves, 4 de febrero de 2016

La segunda guerra mundial

Ya que la primer guerra mundial causó la segunda hablaré sobre ella:

Causas
Surgió en función del enfrentamiento entre ideologías que amparaban sistemas político—económicos opuestos. A diferencia de la guerra anterior, enmarcada en un solo sistema predominante —el liberalismo capitalista, común a los dos bandos—, en el segundo conflicto mundial se enfrentaron tres ideologías contrarias: el liberalismo democrático, el nazi—fascismo y el comunismo soviético. Estos dos últimos sistemas, no obstante ser contrarios entre sí, tenían en común la organización del Estado fuerte y totalitario y el culto a la personalidad de un líder carismático, características opuestas al liberalismo que postula la democracia como forma de gobierno y la libertad e igualdad de los individuos como forma de sociedad.

En segundo lugar estaban los problemas étnicos que, presentes desde siglos atrás, se fueron haciendo más graves al llevarse a efecto las modificaciones fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, que afectaron negativamente sobre todo a Alemania y a Austria —naciones pobladas por germanos— y redujeron de manera considerable sus territorios.

Este hecho fue determinante para difundir en esos pueblos el sentimiento de superioridad de la raza germana —identificada por Adolfo Hitler como “raza aria” de acuerdo con una idea desarrollada en la filosofía alemana del siglo XIX— frente a los grupos raciales, principalmente los judíos que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la perspectiva de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su desarrollo económico.

Por otra parte, la insistencia de Hitler por evitar el cumplimiento del Tratado de Versalles provocó diferentes reacciones entre los países vencedores: Francia, que temía una nueva agresión de Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera el poderío bélico de la nación vecina. En cambio, el gobierno británico y el de Estados Unidos subestimaban el peligro que el rearme alemán representaba para la seguridad colectiva; consideraban que el Tratado de Versalles había sido demasiado injusto, y veían con simpatía la tendencia anticomunista adoptada por la Alemania nazi, porque podría significar una barrera capaz de detener el expansionismo soviético hacia Europa, calificado entonces por las democracias occidentales como un peligro mayor y mucho más grave que el propio nazismo. A causa de ese temor al comunismo, el gobierno británico adoptó una política de “apaciguamiento” respecto al expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer concesiones a Hitler podría evitarse una  nueva guerra y se obtendría, además, su colaboración contra el peligro soviético.


En tercer lugar, en la década de los años treinta la situación del mundo era muy distinta a la de 1914. Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis económica iniciada en Estados Unidos, aún persistían los efectos devastadores de la Primera Guerra Mundial, que había producido una enorme transformación en todos los ámbitos de la vida humana y originado grandes crisis en prácticamente todos los países de la Tierra. Además, la secuela de tensiones internacionales que ese conflicto produjo, preparaban el camino para una nueva guerra, no obstante los intentos de la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta razón, puede decirse que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la Primera; de ahí que ambos conflictos, enlazados por el periodo de entreguerras, constituyan lo que se considera como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en la historia moderna de la humanidad.

Consecuencias de la primer guerra mundial

- Los imperios rusos y alemán sufrieron grandes amputaciones territoriales. El primero perdió Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
- El nuevo reparto y re configuración del mapa europeo, se inspiro en el principio de autodeterminación de los pueblos, aunque no siempre fue aplicado coherentemente.
- Desaparición de la monarquía dual austro-hungara y en su lugar aparecieron las repúblicas de Austria, Hungría y Checoslovaquia.
- El imperio Turco se desintegro y quedo reducido a prácticamente a la meseta de anatolia con un reducido apéndice europeo. El movimiento de las nacionalidades alcanzo a sus territorios de Asia y surgieron los nuevos estados de Siria, Iraq, Líbano, Palestina y Transjordania.
- Los pueblos eslavos del sur, serbios, croatas y eslovenos, se agruparon en el nuevo reino de Yugoslavia.
- Desaparecieron las dinastías seculares (Habsburgo, hohenzollem, romano y los sultanes turcos), que fueron reemplazados por repúblicas.
- Las economías europeas quedaron gravemente afectadas obligándose a contraer pesadas deudas internas y sobre todo externas, así como una emisión de papel moneda que provoco una inflación gigantesca.
- Se contabilizaron aproximadamente unos diez millones de muertos, con las naturales consecuencias demográficas (falta de mano de obra y reducción del mercado interno).
- Se creó la Sociedad de Naciones (o Liga de Naciones), durante las conversaciones de Versalles, a propuestas del presidente estadounidense Wilson con el objetivo de garantizar la paz y el orden internacional. Eran miembros originarios los 27 Estados aliados y los 13 neutrales, quedando excluidos los países vencidos, cuya admisión debía contar con una mayoría de dos tercios. Tampoco formo parte de ella los Estados Unidos, pues , el Congreso de este país jamas ratifico el acuerdo de su presidente.